Su siembra

El tipo de suelo óptimo para el correcto desarrollo de la acelga es una tierra rica en nutrientes y con un pH cercano al 6,5 (óptimo 7,2). Debemos evitar suelos ácidos y saturados de agua.
Las acelgas soportan temperaturas muy bajas sin perder la calidad de sus hojas y también temperaturas cercanas a los 33°C. Para la cosecha de invierno los meses óptimos para su siembra van desde octubre a marzo. Aunque por supuesto que podemos sembrar acelgas en primavera, como dice el refrán “quien siembra acelgas en mayo, tiene acelgas todo el año”.


El riego

Las acelgas necesitan tierras húmedas, pero debemos evitar la saturación de agua. Una vez sembradas las semillas, se recomienda regar diariamente a lo largo de una semana sin abono alguno. Posteriormente el riego para nuestra cosecha de invierno debe semanal.

Plagas y enfermedades

Las acelgas en sus primeras etapas de crecimiento pueden necesitar trabajo de quitar malas hierbas, pero una vez que la planta va creciendo este trabajo se hace innecesario.
Si hablamos de plagas y enfermedades, las acelgas son víctimas de:
– los pulgones
– la mosca de la remolacha
– la araña roja
– la mosca minadora
– caracoles
Contamos con diversos insecticidas caseros y ecológicos, como las cenizas de chimenea que evita que los caracoles afecten a las acelgas. Aunque no debemos preocuparnos, pues las acelgas son muy resistentes a plagas y enfermedades.

La Poda

La poda de esta planta se limita a quitar las posibles malas hierbas que puedan aparecer en su base.
La cosecha
Pasados los 60-70 días desde su siembra, podemos recolectar las acelgas de hojas tiernas. Contamos con dos opciones de recolección de la acelga: la planta entera, con un peso de un kilo normalmente o arrancando las hojas tiernas de fuera hacia dentro.

Recolección

El momento idóneo para su recolección es en el momento que sus alcanzan los 18 a 24 cm. aproximadamente.
Para concluir podemos decir que las acelgas son hortalizas que no necesitan un extremo cuidado, siendo aptas para cultivar fácilmente en climas mediterráneos y escasos cuidados. Te recomendamos que utilices un abono rico en nitrógeno para mantener las hojas y pencas sanas.